La obra trata de reflexionar sobre los valores elementales de las personas. La joven protagonista ha sido creada con el propósito de hablar sobre los valores olvidados. El espectáculo se divide en tres partes:
La primera, es la presentación de la joven. Se creará una coreografía vertical que simboliza el riesgo que vivimos en la sociedad actual.
La segunda parte, hace homenaje a la figura del padre. Se representan acrobacias aéreas a seis metros de altura, se realiza la escenificación de lo que supone para su padre estar al lado de su hija apoyándola de manera incondicional.
Y por último, se realiza una reflexión sobre la fuerza de la palabra y el buen uso de éstas. Durante este espacio cuatro artistas de danza se encaraman en las escaleras laterales simbolizando la humanización industrial.